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La pandemia por la Covid-19 ha supuesto un giro en nuestras vidas y también en nuestras necesidades como consumidores de cosmética y perfumería. Es por ello que los fabricantes de materias primas para estos sectores, conscientes de los nuevos hábitos adquiridos en este último año y las nuevas tendencias que han aparecido, han continuado apostando por la innovación para cumplir con las exigencias de sus clientes y por ende con las necesidades del consumidor final, puesto en el centro de toda estrategia.
Cosmética segura y responsable
En el campo de la cosmética y tal y como explican desde la Junta Directiva de la Sociedad Española de Químicos Cosméticos (SEQC), “ahora, más que nunca, la seguridad, la sostenibilidad y la eficacia, son los ingredientes que están impulsando más demanda entre los consumidores”, añadiendo que “también una orientación por materias primas que favorezcan la salud y la inmunidad”. En este sentido, desde la SEQC destacan el éxito de “las materias primas enfocadas a la necesidad provocada por la pandemia de la Covid-19, que están relacionadas con la higiene, cuidado y protección de la piel (como antimicrobianos, tensioactivos, emolientes y agentes reológicos); son categorías que han crecido y la predicción es que sigan creciendo cuando la pandemia finalice, debido a cambios en los hábitos de los consumidores y el interés por la prevención de enfermedades”. No obstante, desde la SEQC aseguran que “más allá de materias primas de éxito o de tendencia, destacaría dos plataformas tecnológicas de ingredientes en las que existen numerosas publicaciones científicas como son los ingredientes destinados a preservar la microbiota de la piel, esencial para mantener la salud de la piel, y los ingredientes que protegen del impacto de la luz azul en la piel, que es el rango de luz visible entre 400-500 nm al que estamos expuestos por la emisión de todo tipo de pantallas y que penetra más profundamente que la radiación UVA/UVB”.
Por su parte, Filippo Romagnoli, Secretario de la Asociación Española de Ingredientes Cosméticos (AEIC), apunta que “los consumidores buscan la seguridad y el bienestar dentro del hogar, lo que queda reflejado en un aumento del consumo de los productos que inducen la calma y el bienestar”, destacando que cobrarán mayor importancia los ingredientes con función limpiadora (tensioactivos), los emolientes y reparadores de la función barrera de nuestra dermis (aceites, ceramidas, vitaminas, ácido hialurónico, bisabolol…)”.
“La búsqueda de productos cosméticos incluye no solo ingredientes sino también funcionalidad y eficacia”, apunta Marc Fortea, Managing Director de Safequim, quien asegura que “los consumidores muestran una pasión sin precedentes por productos para el cuidado de la piel con funciones específicas, como antienvejecimiento, anti-irritación (sobre todo debido al maskné), corrección de manchas oscuras, etc. La buena funcionalidad y la eficacia se han convertido en el objetivo final de los consumidores para el cuidado de la piel”.
Respecto a algunas de las materias primas más utilizadas por la industria cosmética actualmente para alcanzar la eficacia de los productos cosméticos, Fortea explica que “la vitamina B3, también conocida como Niacinamida, es, probablemente, junto al Retinol y a la vitamina C, uno de esos ‘superingredientes’ que llevan años en formulaciones cosméticas y que nunca pasan de moda; la ceramida es otro de los ingredientes que les sigue muy de cerca, ya que garantiza un gran aporte de hidratación en la piel al tiempo que la mantiene menos tensa y reseca. Por otro lado, el ácido hialurónico, componente natural que genera nuestro cuerpo y que debido a su poder de retención del agua mantiene la piel bien firme e hidratada, es otro de los ingredientes que deben estar en prácticamente cualquier formulación. No hay que olvidar el bakuchiol, uno de los ingredientes que más fuerte está sonando en los últimos años y del que se dice que aumenta la producción de colágeno, ayudando a reducir las arrugas y las líneas de expresión, al tiempo que produce menos irritaciones en las pieles sensibles que el retinol. Además de proporcionar hidratación, el CBD aporta propiedades calmantes, revitalizando la piel estresada para así lograr una apariencia general más saludable y brillante”.
“El nuevo reto de la industria cosmética se está dirigiendo hacia la sostenibilidad”, indica Romagnoli. Desde Bicosome señalan que “los ingredientes con orígenes naturales continúan siendo los más buscados por los consumidores finales y, en general, materias primas que destaquen no solo por su origen, sino también por el impacto que tienen en el medio ambiente. En este sentido son importantes también los métodos de obtención de las materias primas y los procesos de fabricación, el consumidor final está claramente apoyando a las marcas y empresas que trabajan en la línea de la sostenibilidad y que enfocan en cada uno de sus procesos la filosofía de un menor impacto en el medio ambiente (hablamos de productos obtenidos de forma local y que no generan residuos, por ejemplo)”.
En línea con la tendencia sostenible, Fortea indica que “los productos con ingredientes naturales se están convirtiendo en una tendencia importante y al alza. Ante la creencia generalizada de que se debe aplicar en la piel aquello que se pueda comer, las marcas de belleza han empezado a utilizar ingredientes alimentarios en sus formulaciones; frutas como el pomelo, la papaya, el aguacate, la sandía, el coco y la lima se emplean ampliamente en productos de belleza y cuidado personal”.
Para los responsables de Bicosome, otras de las materias primas más exitosas en la actualidad son aquellas que incorporen extractos vegetales, algas y microalgas. “En general, materias primas que tienen un soporte científico sólido; los formuladores buscan que las materias primas que utilizan pueda demostrar la eficacia que a su vez buscan los consumidores finales, dado que en la actualidad el consumidor final está más informado y también demanda productos que puedan diferenciarse del resto de ofertas en el mercado a través de la innovación basada en la ciencia”, añaden desde Bicosome. Por otro lado, desde Bicosome destacan que “también se observa la búsqueda de ingredientes biomiméticos que respeten la biología cutánea e ingredientes inclusivos que aborden problemas específicos de edades, género, tipos de piel y cabello”.
Desde la Junta Directiva de la SEQC señalan que “estamos viviendo una demanda o movimiento ético de los consumidores, donde la sostenibilidad y los ingredientes ‘upcycled’ cobran mucha fuerza a la vez que nos impulsan a la innovación, transformando un material que se desecharía y creando un ingrediente nuevo con valor añadido. Este movimiento ‘upcycled’ es clave para el desarrollo de la economía circular, que tiene como objetivo eliminar los residuos y utilizar los recursos de forma continuada”. En esta misma línea, Fortea destaca que “el consumidor busca productos de cuidado personal que aporten una gran cantidad de ingredientes naturales y que a la vez sean respetuosos con el medio ambiente, es decir, que sean sostenibles”.
El optimismo está en el aire
Al igual que ocurre en cosmética, la industria de la perfumería también está cada vez más marcada por la seguridad. Tal y como explican Gonzalo Catalá y Sandra González, Técnico Perfumista y perfumista especializada en el desarrollo de composiciones de tendencia en Essential Compositions, respectivamente, “como resultado de la pandemia que estamos viviendo son necesarias fragancias que inspiren seguridad y optimismo, así como materias primas con propiedades relajantes”. En este sentido, señalan que “adquieren mucho protagonismo las combinaciones de fragancias naturales, como Ginger y Yuzu que nos aportan sensaciones de vitalidad, fortaleza y optimismo”.
Por su parte, Gloria Rosique, Corporate Communications Manager en Eurofragance, destaca que “la Covid-19 ha marcado un antes y un después en la industria de las fragancias y perfumes. Tras la irrupción del virus se han planteado nuevos retos. La pandemia ha impulsado al sector a reinventarse. Nos ha obligado a todos los que estamos en la industria a analizar cómo se está comportando el consumidor y a focalizar la higiene y la seguridad como uno de los ejes centrales que definen las nuevas tendencias”.
Neus Lloveras, Marketing Manager de CPL Aromas, destaca los perfumes naturales como una de las tendencias que aprecian desde la compañía en los proyectos que trabajan con sus clientes productores de cosmética y productos de cuidado personal. En este sentido, resalta que “cada vez más marcas apuestan por formular sus cosméticos con perfumes naturales, reforzando así el mensaje que quieren transmitir con su producto”, destacando además el aumento en el último año de las materias primas naturales de origen sostenible. “Muchos de nuestros clientes no se limitan a querer que el perfume sea natural, sino que se interesan por la historia de los ingredientes, su procedencia, su modo de extracción. En este sentido, CPL cuenta con un equipo dedicado al seguimiento y obtención de materias primas naturales con certificado sostenible. Son extractos naturales obtenidos en cultivos respetuosos con nuestro planeta y con beneficio social garantizado para la comunidad que lo cultiva. La historia que hay detrás de cada uno de esos ingredientes añade valor al perfume que lo contiene”, según indican desde el equipo de CPL Aromas Spain.
Rosique explica que “nuestra perfumista técnica Natacha Jérome asegura que en los últimos años existe una tendencia hacia materias primas naturales y también hacia moléculas sintéticas sintetizadas a través de la biotecnología. Por ejemplo, las notas ambaradas, muy importantes en perfumería, se están fabricando con procesos más ‘verdes’. Los proveedores de las materias primas naturales están ofreciendo nuevos extractos de plantas, que no conocíamos antes, como notas amaderadas como el Buddhawood oil y el blue cypress, ambos procedentes de Australia. Por último, en notas más aromáticas, está en tendencia el aceite de canapa sativa (chanvre)”.
Por su parte, Vanessa Millas, Global Customer Support & Scent Marketing de Dauper, destaca que “nos encontramos frente a un escenario distinto al de años atrás. La crisis de la Covid-19 ha acelerado una tendencia que venía marcándose en los últimos años, adentrándonos sin darnos cuenta a un cambio de era, la era del consumidor consciente. Emerge un nuevo paradigma basado en la consciencia, en ser amigable con el medio ambiente. Los consumidores, cada vez más informados, demandarán fragancias compuestas por materias primas obtenidas de forma respetuosa y éticamente responsables”, añadiendo que “lo natural y sostenible son conceptos que hemos ido presenciando en nuestro sector, pero éste será sin duda el año de su consolidación. No obstante, pasaremos del ‘solo natural’ a lo ‘natural sostenible’, es decir, fórmulas creadas a partir de naturales y sintéticos que son eco-friendly con nuestro sistema”.
Así, según Millas, “se buscará una conexión más fuerte con elementos de la naturaleza, con el uso de materiales naturales que supongan un menor riesgo para la salud y el medio ambiente. Las esencias amaderadas serán las más solicitadas”. No obstante, también destaca que encontraremos “perfumes que combinarán notas clásicas, como la rosa, con toques complejos, como puede ser una nota oriental a oud para encaminarse hacia perfumes sin género”. Asimismo, “el olor a limpio será otro claim, la búsqueda de fragancias reconfortantes, con notas refrescantes y verdes que nos den la sensación de seguridad y de ambiente sano serán muy solicitadas”, añade Millas.
Desde Essential Compositions aseguran que el consumidor “cada vez se interesa más por la procedencia de las materias primas, cómo están sintetizadas, si son sostenibles, si son ecológicas en el caso de las naturales…”. En este sentido, Millas asegura que “cada vez son más los clientes que nos preguntan por el proceso de obtención de los ingredientes que utilizamos y sobre la responsabilidad social en la obtención de dichos materiales”. No obstante, tal y como indican desde el equipo de CPL Aromas Spain, “la base no ha cambiado ni cambiará: el consumidor busca tener una sensación agradable al utilizar un producto cosmético. Y el olor que proporciona el perfume es clave en este sentido. La diferencia es que ahora, sin renunciar a esa cualidad básica, el consumidor busca cualidades añadidas: que sea natural, que sea biodegradable, que sea vegano, que sea libre de alérgenos, que sea respetuoso con el medio ambiente serían algunos ejemplos”.
Por su parte, Sylvain Massé, director del departamento de Marketing de Iberchem, señala que “hoy en día, las industrias de fragancias y cosmética se asemejan cada vez más al segmento del bienestar. Las marcas de fragancias tienden a alinearse con las tendencias holísticas de cuidado personal y enfatizar las fragancias que mejoran el estado anímico en estos momentos de incertidumbre”, apuntando así hacia “un claro posicionamiento de la industria hacia soluciones para alcanzar la positividad, la felicidad y la mejora del estado de ánimo, así como hacia propiedades para aliviar el estrés e incluso combatir los problemas para conseguir el sueño. Por lo tanto, se espera que ingredientes con propiedades calmantes y relajantes tanto para la mente como para el cuerpo tengan un gran protagonismo en el futuro”. En este sentido, Massé destaca que “jengibre, CBD e incluso adaptógenos (tulsi, baya de goji, cúrcuma, ginseng, etc.) son ejemplos de ingredientes que podrían ganar terreno en los próximos meses e incluso años para satisfacer la creciente demanda de los consumidores que buscan potenciar su bienestar. De hecho, estos ingredientes ya se pueden encontrar en algunos de los principales lanzamientos de este inicio de año”.
Además de la tendencia hacia materias primas con el mínimo impacto en el medio ambiente, Irene Gisbert, perfumista, antropóloga y cofundadora de Ainea Perfums, apuesta por la búsqueda de “notas nuevas que sorprendan o que nos aporten la máxima riqueza a nuestros perfumes; notas simples, pero muy cualitativas que consigan creaciones excepcionales”.
Para acceder al reportaje completo y conocer las últimas tendencias en materias primas para perfumería y cosmética, puede consultar el número 121 de BEAUTYPROF.