El perfume Ptisebon de Tartine & Chocolat celebra este año su 25º aniversario en el mercado y estrena para la ocasión una nueva presentación (su célebre frasco en el interior de un envase-hucha con forma de casita) y un visual publicitario que hace de la mítica fragancia en centro de un bonito cuarto infantil.

Inspirada en el universo chic e intemporal de la marca de prêt-à-porter para niños, la fragancia se ha convertido en este tiempo en todo un clásico para los más pequeños de la casa. Su pirámide olfativa, pura y discreta, es el símbolo olfativo tanto de los primeros meses del bebé (con su versión "eau de senteur", sin alcohol) como de los primeros años de la infancia (a través de la típica "eau de toilette" ligeramente alcohólica). Su salida es cítrica, con acentos verdes y naturales que transmiten una intensa sensación de frescor. Su corazón, compuesto por un bouquet de madreselva, jazmín y lirio del valle, resulta muy delicada, al tiempo que su fondo a base de ámbar blanco derrocha suavidad y ternura.

Ambos conceptos (suavidad y ternura) están también patentes en el frasco, cuyo elegante diseño en cristal blanco esmerilado a juego con los tonos azul y hielo (ahora, en estuche de colección) transporta al mágico universo de los cuentos de hadas e invita a revivir la niñez.