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Un futuro más allá de la sostenibilidad

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​Más de una decena de profesionales representantes de toda la cadena de valor del sector de la belleza se dieron cita en la 8ª Mesa Redonda sobre Cosmética Natural, organizada por BeautyProf y Selectivo con el patrocinio del centro de innovación e i

Más de una decena de profesionales representantes de toda la cadena de valor del sector de la belleza se dieron cita en la 8ª Mesa Redonda sobre Cosmética Natural, organizada por BeautyProf y Selectivo con el patrocinio del centro de innovación e investigación AITEX y la colaboración del Beauty Cluster. Un encuentro que en esta nueva edición se reinventa para ofrecer una radiografía actual del panorama que rodea al sector cosmético en materia de sostenibilidad y economía circular.

Con el fin de analizar la nueva realidad del sector cosmético y su vinculación con la sostenibilidad y la economía circular, las revistas BeautyProf y Selectivo han organizado, con el patrocinio del centro de innovación e investigación AITEX y la colaboración del Beauty Cluster, la octava edición de su ya tradicional Mesa Redonda sobre Cosmética Natural, que ha tenido lugar el pasado 8 de febrero en Barcelona.

Un encuentro en el que más de una decena de profesionales en representación de toda la cadena de valor del sector beauty (ingredientes activos y materias primas, packaging, marketing, producto final…) abordaron de manera conjunta cómo la sostenibilidad se ha convertido en un eje transversal y principal para este sector.

El sector da un paso más

Bajo el título de “Belleza, sostenibilidad y economía circular”, el encuentro puso sobre la mesa una de las cuestiones más actuales del sector de la cosmética natural, que actualmente va mucho más allá de la sostenibilidad. Tal y como señaló Mayte Expósito, Strategic Marketing Manager de Imago, “ahora todo el mundo habla de sostenibilidad, pero lo cierto es que no todas las compañías lo están haciendo igual: por un lado, nos encontramos con aquellas que nacen ya con un ADN sostenible; y, por otro, están las que se están ‘transformando’ a esta tendencia”, apuntando además que, según su experiencia, “para todo lo relacionado con la sostenibilidad se piensa mucho en el producto, pero poco en el consumidor y, en este sentido, es muy importante que las empresas definan, comuniquen y expliquen los verdaderos valores de sostenibilidad sobre los que se sostiene su marca”. Y en este sentido, Expósito quiso añadir que “las marcas tienen que utilizar todas las herramientas que tienen a su alcance, especialmente las digitales (redes sociales, web, etc.), para transmitir sus valores de sostenibilidad”.

En opinión de Gloria Pavía, Europe PR Lead de Lush, “hay que ir más allá de la sostenibilidad. Debido a la cantidad de ingredientes naturales que se utilizan tradicionalmente en el sector de la cosmética, la industria de la belleza está en una posición privilegiada para crear una cadena de suministro que trabaje enfocada en tener un impacto positivo en el planeta en lugar de dañar nuestro medio ambiente”. Pavía explicó que “en Lush hemos incorporado la regeneración a las cadenas de suministro, teniendo en cuenta que la regeneración va más allá de la sostenibilidad. Porque la sostenibilidad ya no es suficiente. La sostenibilidad se basa en mantener lo que ya existe para su uso por parte de generaciones futuras, mientras que la regeneración va más allá, agregamos valor al planeta revirtiendo la degradación del medio ambiente; es la visión de Lush de dejar el mundo mejor de lo que nos lo hemos encontrado (Leaving the world Lusher than we found it!)”.

Siguiendo esta línea Laura Antón, director técnico y comercial de EG Active Cosmetics, destacó que “es muy importante la fuente que se selecciona: hay que analizar el ecosistema, el transporte que va a originar, trabajar con proveedores locales, garantizar la trazabilidad…”.

Valores y demandas del consumidor actual

Por su parte, Ivan Borrego, gerente de Beauty Cluster, señaló que “nos hemos dado cuenta de la existencia de muchas herramientas, formas de cálculo, iniciativas… en torno a la sostenibilidad, pero todo es más subjetivo de lo que nos gustaría, lo que no hace más que confundir al consumidor”. Por tanto, “echamos en falta más estandarización para que el consumidor pueda entender la sostenibilidad de una manera fiable”.

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Por otro lado, “la sostenibilidad es inevitable por una cuestión de recursos a nivel global y es algo a lo que tenemos que enfrentarnos, pero también hay que tener en cuenta que la búsqueda de la naturalidad a veces puede suponer un perjuicio para el medio ambiente”, señaló Borrego. En este sentido, Adrián Argente, director de Marketing de Scentmate by Firmenich, quiso apuntar hacia un consumidor que puede confundir productos naturales y sostenibles; un ingrediente sintético puede tener un impacto a nivel de carbono que es cero, puede ser sin alérgenos y ser un ingrediente sostenible y circular”. En este ámbito, destacó la tendencia hacia las fragancias upcycled, explicando por ejemplo “el uso de esencias cítricas, como las que provienen de la pulpa de la naranja o la mandarina; son subproductos que la industria alimentaria descartaría como residuos y donde la perfumería es capaz de generar valor ‘reciclándolos’ y obteniendo un producto de gran calidad”. En palabras de Argente, “hay que poner el foco en cada ingrediente de la cadena de valor y ver cómo se puede mejorar el proceso para hacerlo más sostenible”.

Por otro lado, Aida Mangut, técnico de Laboratorio, Calidad e I+D de Àuria Perfumes, hizo hincapié en “la desinformación relacionada con el peligro que ésta puede ocasionar en un consumidor con características específicas (por ejemplo, sensibilizado o con alguna alergia); y esto va muy ligado al aprendizaje y a qué puntos deben potenciarse en cuanto al mensaje y al marketing sobre las características, claims, certificaciones… de los productos”.

Por su parte, Borrego apuntó hacia la racionalización del consumo como “la única variable que puede impulsar un verdadero cambio”. Y siguiendo con esta línea, Pavía indicó que “la mejor práctica medioambiental y la más sostenible que se puede tener es basarse en un servicio personalizado para asegurarnos que el cliente realmente se lleva a casa lo que necesita, sin caer en ofertas gancho que tan solo sirven para llenar nuestros baños de productos que realmente no necesitamos y que al final se traducen en un exceso de envases innecesarios o productos que terminarán desechándose”.

En cuanto a la personalización, Antón trasladó esta tendencia a las materias primas con las que se fabrican los cosméticos explicando que “actualmente, hay alternativas en el mercado para trabajar en ellas. Nosotros trabajamos en la búsqueda de ingredientes activos que sean personalizados y que en cada persona actúen de una manera diferente, es decir, que se adapten a la piel de cada persona”.

Rosa Flo, gerente y fundadora de Naturcosmetika, hizo referencia a que “por un lado, la experiencia de compra en el punto de venta es imprescindible para el sector cosmético y, por otro, la venta online no es sostenible; sin embargo, se debe alcanzar una convivencia sostenible entre ambos canales (online y offline)”.

Las nuevas generaciones zeta (nacidas de 1995 a 2010) y alpha (nacidas de 2020 a 2025) buscan naturalidad pero también precio y performance. Así lo apuntó Argente, especificando que “hay mucho interés en lo que a claims naturales se refiere, origen de las materias primas…, pero factores como el precio determinan mucho la decisión de compra de este perfil de consumidor”. Es más, según indicó Marta Soler, directora general de Pharmex Care, “actualmente la sostenibilidad no es un driver de compra, existiendo otros drivers mucho más importantes”.

Por su parte, Flo apuntó como tendencia el interés en el zero waste y la cosmética sólida. Tendencia que confirmó Pavía, señalando que “nosotros apreciamos un aumento de la demanda de productos sólidos”.

Antón resaltó que “las nuevas generaciones buscan también la eficacia de los productos de una manera más inmediata”. Por su parte, Sara Jiménez, fundadora de Innia Beauty, destacó que “las nuevas generaciones valoran mucho que los productos les generen bienestar y buscan valores más sensoriales, además de la sostenibilidad”. Y Argente añadió a esto la tendencia hacia la búsqueda de la sensorialidad y por “sentirse bien por fuera y por dentro con el producto”. También Mangut apuntó hacia “una clara tendencia de crear esencias que cuidan del consumidor a nivel personal y psicológico en el mundo del perfume, y la necesidad de dar a conocer estos aspectos al usuario final”.

Y “en línea con la transparencia que exige el consumidor actual, son muy importantes las historias que hay detrás de un producto, el storytelling”, añadió Pavía. En este sentido, Expósito señaló que “las marcas deben explicar el por qué un producto natural, sostenible… es más caro, lo cual resulta difícil, pero necesario. Estoy segura de que las marcas tienen muchas más cosas que contar de las que cuentan en realidad”.

El papel de las marcas en la educación al consumidor

Tal y como apuntó Beatriz Suárez, redactora jefe de BeautyProf y Selectivo, “son muchos los valores sobre los que las marcas pueden trabajar para educar al consumidor a través de la información y la comunicación”. En esta línea, Expósito señaló algunos de estos valores como “por ejemplo, la protección al planeta, lo que hay detrás del packaging o la salud mental, entre otros”, destacando que “las marcas tienen que controlar muy bien el mensaje que quieren transmitir y a través de qué canal, siendo muy selectivos y coherentes”.

Sobre la comunicación de las marcas, Pavía apuntó que “debe estar enfocada en lo que sí tienen los productos, a través de una comunicación honesta con lo que tienen y sus beneficios”. Según Antón, “el consumidor cada vez sabe más y lo que realmente necesita de las marcases transparencia y coherencia”.

Asignaturas pendientes para el sector

En opinión de Flo, “las certificaciones nos garantizan que los productos cosméticos certificados son naturales y sostenibles, garantizándoselo al consumidor. No obstante, el consumidor está confundido por todo el Green Washing que hay en el sector cosmético”.

En este sentido, los participantes de la 8ª Mesa Redonda sobre Cosmética Natural coincidieron en la necesidad de una regulación más estricta y cómo influye la falta de vigilancia en cuanto al cumplimiento de la legislación existente. Tal y como apuntó Soler, “el consumidor está muy confundido, a pesar de tener cada vez más información, por lo que las marcas nacidas como naturales y que estamos certificadas como tal, debemos abogar por la transparencia y ceñirnos al máximo a una legislación que dista mucho de ser la ideal, siendo escasa y difusa”. Según Borrego, “la legislación debe mejorar, pero la cuestión es ¿qué pasa cuando ésta se incumple? El problema es la falta de actuación contra aquellas que incumplen esta legislación, con el objetivo de que todas las empresas puedan competir bajo las mismas reglas”.

Por otro lado, Antón quiso recordar la existencia de la norma ISO 16128 “que indica la naturalidad –aunque todavía queda por mejorar– y que puede llegar a ser algo universal extendido para todo el sector, dejando al margen a las certificadoras, cada una con sus especificaciones”.

Escuchar al consumidor, clave para innovar

A nivel de innovación, Àngel Pujolasos, CSO de Pujolasos, explicó su experiencia señalando que “nuestros clientes quieren ser más sostenibles y para ello nosotros potenciamos mucho el trabajo con ellos para aportar valor y diferenciación a cada proyecto”. Asimismo, añadió que “es muy importante saber qué pide el mercado en cada momento, ofrecer lo que se está pidiendo y, además, predicar con el ejemplo”. En cuanto a las tendencias en packaging, Pujolasos apuntó hacia los “productos refill, productos sin plástico y la madera asociada al lujo”.

Maria Blanes, responsable del Grupo de Investigación de Eco-procesos, Cosmética y Salud en AITEX, explicó que “en AITEX escuchamos al sector” y señaló algunas de las líneas en las que están trabajando desde su grupo de investigación: “por un lado, en upcycling estamos trabajando en varios proyectos para aprovechar las propiedades de los residuos de la industria alimentaria (brócoli, aceituna, granada…) para el sector cosmético; y, por otro, en el ámbito de los microplásticos, estamos trabajando en el desarrollo de productos –con empresas del sector– que nos permitan evitar esos agentes emulsionantes para eliminar los microplásticos en la industria cosmética”.

Antón, por su parte, apuntó como tendencias la Blue Beauty, que “más allá de preocuparse por el medio ambiente, también se preocupa por los océanos”, y la eficacia ya que “se busca el envejecimiento reversible o ‘buen envejecer’, ya que el consumidor vive ahora más años y quiere hacerlo sintiéndose mejor por dentro y por fuera”.

Según Argente, “detectamos una tendencia hacia fragancias upcycled; la búsqueda del origen natural con certificación, garantizando trazabilidad y transparencia; los proyectos de comercio justo; fragancias con beneficios emocionales, etc.”. Expósito apuntó que “es muy importante ser honestos en materia de sostenibilidad”. En esta línea, Jiménez añadió que “a la importancia del discurso de ser honesto y transparente, hay que tener en cuenta y ser conscientes de que ser sostenible a veces puede suponer renunciar a determinadas cuestiones; no obstante, todos tenemos la responsabilidad de ser honestos con nuestros valores y con nuestros consumidores”.

En opinión de Flo, “la innovación está muy limitada para el sector de la cosmética natural; y, por el momento, nos tenemos que conformar con las certificaciones”. Galina Georgieva, directora comercial de Cocosolis, destacó que “hay que activar el canal B2B porque hemos visto que la gente quiere ver, tocar y probar los productos en el punto de venta. En este sentido, las marcas que apostamos fuerte por la sostenibilidad y la cosmética natural tenemos un compromiso no sólo con el cliente final, sino también con las empresas a las que suministramos.

Abordar estrategias con el objetivo de reducir la contaminación en toda la cadena de valor, como puede ser el fomento del comercio de proximidad, debe ser ejemplar para que se produzcan cambios reales”. En línea con la búsqueda de la experiencia, Soler indicó que “actualmente las marcas estamos trabajando en ser más experienciales y también en poner en valor otros atributos, más allá del producto en sí mismo”.

Perspectivas de futuro y retos

Si miramos al futuro, “la regulación acabará poniendo ‘orden’ en el sector de la cosmética natural para que así todos ‘juguemos’ bajo las mismas reglas”, en opinión de Borrego. En esta misma línea, Soler señaló también la necesidad de la regulación para que todas las empresas cumplan la normativa en materia de sostenibilidad. Mangut también apuesta por “una regulación mucho más estricta, así como por la transparencia”.

Según Pavía, “el futuro y el reto está en la regeneración porque la sostenibilidad ya no es suficiente; hay que ir más allá y dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos. Cuando pensamos en sostenibilidad, nos referimos a no hacer daño, a mantener los sistemas tal y como están y asegurarnos de que nada se degrade más. Cuando hablamos de regeneración, se trata de la oportunidad de mejorar la salud de todos los sistemas que tocamos, yendo más allá de la sostenibilidad al tener un impacto positivo en los sistemas con los que interactuamos”.

Para Blanes, “la industria cosmética tiene una gran oportunidad en el mundo de la circularidad, ya que puede aprovechar la simbiosis con otras industrias”. Argente, por su parte, vislumbra “un futuro circular donde todos los conceptos y procesos que están surgiendo convergen en toda la cadena de valor y, en definitiva, un producto que incorpora todos los pasos de la sostenibilidad”.

En el caso de Antón, considera que “la industria debe ser más transparente y responsable”. Flo añade que “la sostenibilidad, la naturalidad… en la cosmética debe ser una necesidad que vaya mucho más allá de la tendencia que impere en cada momento”. Jiménez, por su parte, apuntó la necesidad de que “la naturalidad ya esté interiorizada en el caso de la industria y también del consumidor”. Y para Georgieva “el consumidor va a ser más demandante en lo que a cosmética natural se refiere”.

En el caso del packaging, Pujolasos destacó la importancia de “intentar ofrecer al mercado una solución a las necesidades reales, puesto que se trata de una industria con futuro”.

En definitiva, tal y como resumió Expósito, “el futuro de la cosmética natural es necesario e imparable”.

Para poder conocer todas las conclusiones extraídas de la 8ª Mesa Redonda sobre Cosmética Natural, no se pierda el último número de BEAUTYPROF (Nº133).

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