Por segundo año consecutivo, Astor colabora con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para apoyar la lucha contra el cáncer de mama. Mediante esta colaboración, Astor une fuerzas con la AECC apostando por la investigación contra el cáncer de mama y ayudando a la concienciación social sobre la detección temprana de esta enfermedad.

De esta manera, Astor apuesta por la investigación contra el cáncer de mama con una de sus gamas más emblemáticas: las barras de labios Soft Sensation Color & Care. Este año, con motivo de esta colaboración, la marca mantiene la colección exclusiva contra el cáncer de mama compuesta por 12 barras de labios Soft Sensation Color & Care, que destaca por su diseño, que incorpora el lazo rosa, símbolo oficial de la lucha contra el cáncer de mama.

Por la venta de esta edición especial, Astor aportará 32.000 euros a la AECC destinándolo a la financiación de un proyecto de investigación contra el cáncer de mama, puesto que la investigación es clave en la lucha contra el cáncer.

Talleres de imagen corporal

Asimismo, Astor también colaborará en los talleres de imagen corporal que la AECC organiza durante todo el año para ayudar a las mujeres que padecen cáncer de mama a mejorar su calidad de vida y su autoestima, así como para facilitarles la adaptación a los cambios corporales tras el diagnóstico y los tratamientos.

La imagen corporal se ve claramente afectada por el proceso oncológico al que tienen que hacer frente las personas diagnosticadas de cáncer de mama, incluyendo en este proceso los efectos secundarios de los tratamientos adyuvantes, tales como alopecia, aumento/disminución del peso corporal o quemaduras en la zona irradiada, etc. Los cambios en la apariencia física pueden conllevar problemas de autoestima y de confianza, que repercuten a su vez en el ámbito social, familiar y sexual. Es por este motivo que la intervención y trabajo de la imagen corporal en este tipo de enfermedad ha adquirido mucha importancia.

Con estos talleres, Astor y la AECC pretenden conseguir que las pacientes se vean bien, se sientan más seguras de sí mismas y no perciban un deterioro importante en su imagen personal, lo cual ayuda a la aceptación de los tratamientos, mejora la autoestima e incide positivamente en el estado de ánimo. Además, se minimizan las limitaciones que la inseguridad puede causar, como el evitar salir de casa, relacionarse con amigos o realizar actividades de ocio.