Revista
Tras Chloé Eau de Parfum, l’Eau de Chloé y Roses de Chloé, la firma inicia un nuevo capítulo de su historia con Chloé Eau de Toilette, una composición floral inédita que se sumerge en una infusión de rosas blancas.
Michel Almairac (Robertet), autor de Eau de Parfum de Chloé y sus siguientes declinaciones, firma junto a Sidonie Lancesseur esta nueva eau de toilette: un perfume floral fresco y almizclado. Ambos creadores han ido trazando un bouquet alrededor del absoluto de rosas, que constituye el centro de atención de esta composición.
Como si de floristas se tratase, han incluido bergamota para despertar la curiosidad y un acorde de magnolia mezclado con gardenia, que dibuja un aroma fresco con un sutil toque de limón que envuelve a las rosas blancas. “Los primeros brotes que florecen con las gotas de rocío de la mañana se funden en una infusión de pétalos blancos suavizados aún más por el almizcle aterciopelado”, añaden desde Chloé.
Chloé Eau de Toilette se mantiene fiel al emblemático frasco de cristal y metal de sus predecesores. Inspirado en el plisado Fortuny presente siempre en las colecciones de moda de Chloé, este frasco se distingue por su característico relieve y su placa plateada; en el cuello, su nudo y lazo blanco que lo adorna rememora las delicadas rosas blancas de su interior. La suave tonalidad “beige rosé” del perfume es igual a su color en la caja, donde además se aprecia un borde blanco.
La nueva fragancia Chloé Eau de Toilette estará disponible a partir del mes de septiembre.