Revista
Cincuenta años de experiencia en la creación de perfumes de lujo, utilizando sólo materias primas de máxima calidad han situado a Perris Montecarlo en lo más alto de la perfumería internacional. Durante uno de sus numerosos viajes a los países árabes y, en particular, a Arabia Saudita, Gian Luca Perris descubrió un ingrediente increíble no utilizado por la perfumería moderna: la Rosa de Taif. Taif es una hermosa ciudad, con una historia gloriosa y una ubicación geográfica única, situada a una altitud de unos 2.000 metros sobre el nivel del mar y es una de las mejores áreas para cultivas verduras, frutas y flores. En Taif el cultivo está dedicado a la rosa de Damasco, aquí las rosas son más poderosas, frescas y poseen una fragancia muy sofisticada. La Naturaleza ha hecho esta rosa única y su aceite es considerado el mejor en el mundo árabe y ahora Perris Monte Carlo nos la presenta en el universo de la perfumería artística. Perris Monte Carlo ha construido su marca en torno a la Rosa de Taif, con el objetivo de tratarla como un precioso diamante. Como un anillo de oro presenta un diamante, le han dado a la Rosa de Taif una posición central en su acorde olfativo en armonía con otras materias primas que son capaces de poner de relieve su belleza sin siluetas. Salida: Limón, Nuez moscada, Geranio Corazón: Aceite esencial de Rosa de Taif Fondo: Absoluto de Rosa de Damasco, Musk rosa