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Desde NeoAttack explican que los consumidores están dispuestos a pagar hasta un 15% más por sus caprichos, además de señalar qué deben tener en cuenta las marcas a la hora de conectar con sus clientes este verano.
Si durante la temporada de verano del 2020 los consumidores estaban especialmente reticentes ante la idea de desplazarse o realizar actividades, este año el escenario cambia por completo. Va a ser la temporada del revenge spending, en el que vamos a comprar para resarcirnos de lo perdido. En España, según desvela un estudio de Kantar, el consumo por placer se sitúa como un motivador de compra: los consumidores están dispuestos a pagar hasta un 15% más por productos que se compran como indulgencia o como capricho.
Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) anticipa una recuperación intensa a partir del verano que se extenderá también al año 2022. La mejora supera las estimaciones del Panel de Funcas que apunta a un crecimiento del 5,7% en 2021 y del 5,8% en 2022.
Cualquier marca que busque crear algo relevante para el usuario necesita integrarse en este proceso vacacional. Solo de esta forma podrá generar un vínculo con él.