Reportaje: El sector de parafarmacia en cosmética y perfumería
Datos del Sector

Un nuevo impulso para la dermocosmética

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El canal de dermofarmacia ha sabido adaptarse a los nuevos hábitos del consumidor, cada vez más preocupado por su piel y su salud. Tanto en el punto de venta físico como en el canal online, la venta de estos productos se ha acelerado con la pandemia, manteniendo siempre sus estándares de seguridad, eficacia y prescripción.

Según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), desde que el canal dermofarmacia comenzara a especializarse en el año 2008 en perfumería y cosmética, ha pasado de tener 30.000 referencias a las 70.000 que tiene actualmente en cuidado personal. “Con la irrupción de la pandemia, la dermofarmacia ha incrementado su cuota respecto al pasado año (11%), y su penetración en un 5,6%, destacando sobre todo el consumo de cosmética facial, cuidado del cuerpo, del cabello y aseo”, apuntan desde Stanpa.

Nuevas necesidades y tendencias

Asimismo, desde Stanpa señalan que “la Covid-19 ha visibilizado la esencialidad del canal farmacia que, si bien se ha visto afectado por la pandemia al igual que el resto de canales del sector de perfumería y cosmética, durante los sucesivos cierres de establecimientos no esenciales fue uno de los pocos servicios que se mantuvieron abiertos. Gracias a ello, ha logrado mantener un volumen de negocio del 23% y se ha puesto de manifiesto su valor como establecimiento sanitario, tanto por la credibilidad y el valor del consejo profesional como por la distribución de productos de higiene imprescindibles, como los geles hidroal- cohólicos”.

“Con la irrupción de la pandemia, la dermofarmacia ha incrementado su cuota un 11% respecto al pasado año”, según Stanpa

Durante los últimos años, el canal farmacia ha ido ganando peso en el mercado de la protección solar, la higiene bucodental y el cuidado de la piel, hasta alcanzar el 45% del peso de esta categoría. Así lo indican desde Stanpa, especificando que “hay que tener en cuenta que la categoría de cuidado de la piel es la de mayor peso del sector de perfumería y cosmética”.

En este sentido, Paloma Perea, directora de Marketing de Sensilis, considera que “la farmacia se ha revalorizado como punto de recomendación y de seguridad a la hora de comprar toda la dermocosmética, sobre todo debido a esta nueva normalidad”. Juan Luis López, director de Marketing de Eau Thermale Avène, apunta que “la crisis ha cambiado las necesidades de muchos consumidores/pacientes. Productos como los regeneradores de la piel, las cremas de manos o los cuidados para el acné se han convertido en los más vendidos”.

Para María Gómez, responsable de Marketing de Camaleon Cosmetics, “la dermocosmética ha sabido adaptarse a la perfección a estos tiempos de pandemia y, si ya era muy importante en el punto de venta, ahora además ha ido tomando cada vez más importancia. Los hábitos de consumo también han cambiado, el consumidor ha tenido más tiempo para cuidar su piel y su cabello y ha mostrado más interés en informarse y en ampliar su rutina de belleza”. Y apunta que “se ha observado un incremento en productos con complejos prebióticos, el uso de la mascarilla ha aumentado el interés por productos antiacné y también los especialmente formulados para pieles sensibles o con irritación”. López añade que “además de los geles hidroalcohólicos, el consumidor-paciente busca en la farmacia y parafarmacias productos seguros y eficaces que les ayuden a tratar eczemas, el cuidado de manos, el maskné y que ayuden a frenar la caída del cabello”. Respecto a la aparición de productos que dan respuesta al maskné, Silvia Melado Rovira, Product Manager de Rilastil, señala que “desde la nueva normalidad debida a la Covid-19, la mascarilla ha pasado a ser un complemento imprescindible en la población y el principal problema que ha aparecido en la piel debido al uso de la mascarilla es el acné, que aparece en la zona que rodea la boca”.

El desarrollo del e-commerce de las farmacias se ha acelerado debido a la crisis sanitaria

Por su parte, Marta Cirera, directora de Marketing de SVR, destaca que “este periodo de pandemia ha modificado los hábitos de consumo del consumidor, pero también ha obligado a la industria a adaptarse de manera rápida a la nueva situación. Desde el punto de vista del consumidor han variado sus necesidades, por ejemplo, el uso de mascarillas ha acentuado patologías como el acné, más sensibilidad en la piel, se ha dado más peso a potenciar los ojos en makeup; pero también ha cambiado la forma en la que se ha informado y ha buscado consejo. La tradicional recomendación que se buscaba en farmacia, ahora la han encontrado en redes, webs o en la farmacia habitual, pero vía llamada o videoconferencia. Muchas farmacias y retailers han sabido suplir esa falta de contacto personal, con otras vías más digitales y lo han logrado. Y, por otro lado, para las marcas, aunque ha sido una crisis sin precedentes, también ha sido una oportunidad, ya que el ma- yor tiempo en casa y mayor tiempo para cuidarse ha hecho que se incorporaran nuevos consumidores a la categoría. Un mayor uso de productos para los que es necesario la dedicación de tiempo, ruti- nas más completas, además de la aparición de nuevas afectaciones en la piel o el cabello, han hecho que consumidores de otras marcas de tratamiento más selectivas hayan optado por marcas de dermocosmética para su cuidado personal”.

A nivel producto, Cirera asegura que “han surgido nuevas necesidades y tendencias: el uso de la mascarilla ha acentuado patologías existentes como el acné, patología ya conocida como maskné, sobre todo adulto, y no había tantos productos en el mercado que cubrieran este target; también encontramos más incidencia en reacciones alérgicas o sensibilidad de la piel; el cuidado de la microbiota cutánea, con la incorporación de probióticos en fórmulas cosméticas; o la búsqueda de productos con formulaciones naturales”. Asimismo, Paola Gugliotta, fundadora de APoEM, añade otra tendencia que se observa en este sector, puesto que “las marcas de dermocosmética o parafarmacia españolas han optado por desarrollar su propia línea natural”.

El consumidor CSS

Los cambios de hábitos causados por la irrupción de la Covid-19 han impactado en cómo nos relacionamos, y por ello en cómo nos cuidamos. Según indican desde Stanpa, el nuevo perfil de consumidor CSS: Consciente, Solidario y Sostenible se preocupa por su salud de forma integral y se muestra más atento y cuidadoso con su propio bienestar y con el del planeta. Debido a las circunstancias, el valor del cuidado personal ha recobrado fuerza entre nuestras prioridades.

Un comportamiento que se ha visto reflejado en el consumo de productos cosméticos durante 2020. “Si atendemos al volumen de negocio que generan las categorías de productos en 2020, los productos de cuidado de la piel (31%), aseo e higiene personal (28%) y cuidado del cabello (19%) son los más consumidos por los españoles”, apuntan desde la Asociación.

Según Eva Otero García, responsable de desarrollo cosmético en Laboratorios Alter (Germinal), “los hábitos del consumidor durante la crisis han variado, aumentando la preocupación por la salud y la protección. El consumidor siente la necesidad de llevar una vida más saludable, hacer más deporte y cuidarse más; y también de estar más informado sobre los productos que utiliza, busca información sobre ingredientes, beneficios y busca productos que le aporten seguridad. Por tanto, debemos ir en la línea de esa demanda del consumidor”.En opinión de López, “el consumidor busca en la farmacia y parafarmacia productos seguros, eficaces, innovadores y, por supuesto, la prescripción y consejo de un profesional de la salud”. En este sentido, Gómez explica que “el consumidor actual ha investigado más y se interesa por conocer productos, principios activos, novedades que mejoren el bienestar de su piel... Busca información, se cuida y se preocupa por la salud de su piel y la de los suyos; y los puntos de venta siguen siendo puntos de referencia donde el consumidor busca información y asesoramiento, por eso facilitar la formación de los prescriptores es fundamental”. Por su parte, Cirera destaca que “el consumidor sale de esta pandemia habiendo adquirido mucho conocimiento en la categoría, sabe qué quiere y sabe también qué tiene que buscar”, además de la importancia que le otorga al cuidado del medio ambiente.

Iván Abeniacar, CEO de Farlabo, recuerda que “lo que el consumidor busca en dermocosmética es eficacia, y la manera de demostrar la eficacia de los productos de dermocosmética es su respaldo científico”. Philippe Casara, Country Manager de Caudalie España, también asegura que “el consumidor busca eficacia, seguridad de los productos y eco-responsabilidad. Y esto supone una oportunidad para las marcas de dermocosmética porque tienen mucho más anclados estos conceptos que otras marcas del sector Beauty”. Y, siguiendo esta misma línea, Felipe Gamarra, director general de Laboratoire Native, señala que “la preocupación por la higiene y la seguridad ha crecido entre los consumidores, sin embargo, las prioridades del cliente siguen siendo las mismas: busca productos eficaces que den solución a un problema o a una preocupación y que tengan una galénica agradable. Y desde hace un tiempo, se suma la voluntad por parte del consumidor de que su compra tenga un impacto positivo para la sociedad y el planeta”. Finalmente, la seguridad es otra de las prioridades para el consumidor de productos de dermocosmética. En este sentido, la responsable de desarrollo cosmético en Laboratorios Alter (Germinal) asegura que “el consumidor quiere sentirse seguro, que el producto que está utilizando cumple la necesidad que él tiene”.

El reto de la omnicanalidad

La responsable de Marketing de Camaleon Cosmetics destaca que “la pandemia nos ha acercado irremediablemente al entorno online y ahí tenemos un nuevo reto; tener actualizados los contenidos y utilizar herramientas como las redes sociales para acercarnos más al consumidor se ha convertido en indispensable”, apuntando a las redes sociales como “una manera de humanizar las marcas y acercar los productos a los consumidores. A través de ellas también se establecen sinergias con otros profesionales como dermatólogos, farmacéuticos...., que amplían información de los productos, activos, afecciones...; en definitiva, información muy útil para el consumidor”.

Abeniacar apunta que “la crisis sanitaria ha acelerado el desarrollo del e-commerce de las farmacias”, además de señalar que “la ‘prueba’ y el muestreo es muy importante para vender dermocosmética en cualquier e-commerce, pero luego la marca tiene que ser capaz de dar respuesta al consumidor en todas sus dudas y de asesorarle en su compra en tiempo real. Al final, esa venta asistida del farmacéutico como gran prescriptor tiene que ser sustituida por otra serie de elementos que deben ser los necesarios para aportar la máxima credibilidad de la marca y la clave es la comunicación bidireccional con el consumidor”.

Para acceder al reportaje completo sobre la parafarmacia en cosmética y perfumería, puede consultar el número 122 de BEAUTYPROF.

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NÚMERO 139 // 2023

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