En octubre de 2015, en vista de las preocupaciones públicas expresadas sobre el uso de micropartículas plásticas y su impacto en el medio ambiente y dada la disponibilidad de materiales alternativos, Cosmetics Europe recomendó a sus miembros que discontinuaran el uso en micropartículas sólidas sintéticas, que no se biodegradan en el medio, en los productos cosméticos que se enjuagan, con una fecha tope de puesta en el mercado de 2020. Voluntaria e individualmente, las compañías cosméticas hicieron suyo el compromiso de sustituir el uso de estas partículas por otras alternativas, de forma que la industria ha logrado reducir su uso un 97,6% en productos cosméticos y de cuidado personal con fines exfoliantes y limpiadores entre 2012 y 2017, adelantándose incluso dos años a lo voluntariamente pactado, según el último informe realizado por Cosmetics Europe –que monitoriza su uso- y en el que Stanpa ha participado activamente.

Por su parte, la Agencia Europea de Productos Químicos (Echa) envió el pasado 30 de enero su propuesta de restringir el uso de las micropartículas plásticas añadidas en diversos productos de consumo y de uso profesional.

La rápida reducción en el uso de microplásticos por parte de la industria cosmética europea y de cuidado personal es una muestra de que el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad es de suma importancia para el sector.

“La disminución del 97,6%, que representa más de 4.250 toneladas de microesferas de plástico sustituidas y eliminadas, no podría haberse logrado sin los importantes esfuerzos realizados por la industria para seguir adelante con esta iniciativa proactiva y voluntaria. Entre ellas figuraban la investigación, la inversión y la reformulación, un proceso, largo, complejo y costoso”, explica el presidente de Cosmetics Europe, Loïc Armand.

Por su parte, el director general de Cosmetics Europe, John Chave, ha asegurado que “teniendo en cuenta los importantes avances realizados, Cosmetics Europe anticipa que estamos en vías de alcanzar nuestro objetivo de eliminar todas las micropartículas plásticas usadas en limpiadores y exfoliantes antes de la fecha tope de 2020”.

Por otro lado, cabe destacar que la industria cosmética europea y de cuidado personal tomó estas medidas pese a que diversos estudios apuntaban a que su contribución a este problema era mínima. Por ejemplo, en el caso de la aportación de los cosméticos a la presencia de micropartículas plásticas en los océanos se ha estimado que, como máximo, sólo entre un 0,1% y un 1,5% de la cantidad total de micropartículas plásticas en el medio marino procedían de cosméticos.