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Stanpa organiza una jornada sobre el impacto y los peligros de las falsificaciones

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La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) y Academia del Perfume reunieron el pasado 11 de diciembre en su sede de Madrid a un grupo de autoridades y expertos para advertir del impacto y riesgos de la compra de falsificaciones de perfumes y cosméticos, instando al consumidor a que no se la juegue y haga sus compras de Navidad en puntos autorizados que cuentan con todas las garantías de los productos auténticos.

A lo largo de la jornada se trataron las diferentes problemáticas de los perfumes ilegales: los riesgos para la salud por parte de Val Díez, Doctora en Farmacia y directora general de Stanpa y de la Academia del Perfume; la visión de los consumidores y cómo quedan afectados sus derechos, por parte de Mª Emilia Gómez, responsable del Área Jurídica de la Confederación de Consumidores y Usuarios (Cecu). Por parte de la Policía Nacional, Mónica Dopico, Inspectora Jefe de la Unidad de Delitos de la Propiedad Intelectual e Industrial, explicó cómo el crimen organizado y el blanqueo de dinero se encuentra detrás de las falsificaciones.

Carolina Arias, del Observatorio de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), habló los perjuicios a la sociedad y a la economía, cuantificando las pérdidas y el impacto en empleo. Por su parte, Águeda Fole Sanz, Jefa de Internacionales de la Oficina Española de Patentes y Marcas, habló del daño a la creación y de diferentes medidas que las autoridades están poniendo en marcha para combatir este problema. Por último, Laura Urquizu, CEO de Red Points, expuso cómo detectar el fraude en el medio digital.

Riesgos para la salud

Díez advirtió sobre los peligros para la piel y la salud del uso de perfumes falsos, y ha explicado que los perfumes son productos “muy complejos, que mezclan en diferentes proporciones numerosos componentes para aportarnos, tanto ese valor aromático que nos agrada, como la durabilidad adecuada. Esos ingredientes, sean de origen natural o científico, han de ser fabricados bajo estrictas garantías y han de someterse a estrictos controles para asegurar su calidad y su seguridad”.

Detrás de la creación de un perfume, “hay muchos procesos que seguramente no se conocen, pero están ahí para garantizar que podemos usar perfumes con un solo interés: disfrutarlos”, añadió Díez.

La mayor preocupación para el sector y para las autoridades son los peligros para la salud del uso de productos falsificados

Asimismo, hizo referencia a la existencia a nivel internacional de unos estándares para asegurar que todas las esencias y componentes de un perfume son totalmente seguros. Se trata de los estándares de IFRA, de la International Fragances Association, avalados por RIFM, el Centro de Investigación Científica de la Industria de las Fragancias.

Los fabricantes de perfumes cuentan con sofisticados laboratorios y equipos de científicos que aseguran que todo cumple con los estándares que los consumidores exigen, de acuerdo con la exhaustiva regulación cosmética europea (Reglamento con más de 200 páginas de requisitos). Fundamentalmente consisten en asegurar que las instalaciones y procesos donde se fabrican son legales y seguras, que los ingredientes son asimismo legales y seguros y, por supuesto, asegurar la transparencia en el etiquetado y la información al consumidor.

En materia de seguridad, la evaluación de un perfume tiene como objetivo “evitar alergias, intolerancias, fotosensibilidad, manchas o pigmentaciones; deben contar con protección frente a la luz solar y pasar las baterías habituales de toxicología humana”, según Díez. “Por supuesto, hoy en día son obligados la sostenibilidad y respeto para el medio ambiente. Las plantas o laboratorios en los que se producen las falsificaciones escapan a las inspecciones legales, pudiéndose utilizar productos químicos dañinos para las aguas y la biodiversidad”, añadió la directora general de Stanpa.

Por otro lado, Stanpa ha llevado a cabo un análisis comparativo de perfumes auténticos y falsificados en un laboratorio internacional especializado, con la técnica de Cromatografía de Gases/Espectrometría de Masas (CG/EM), con el objetivo de poner de manifiesto las diferencias entre productos auténticos y falsos. Se han observado múltiples diferencias en la composición entre los perfumes originales y los falsos. Frente a los más de 80 componentes que tiene un perfume original, las falsificaciones no suelen tener más de 20 o 25, que son en su mayoría distintos (solo un 10% de los ingredientes encontrados en los productos originales aparecen también en los falsificados).

Asimismo, desde Stanpa han indicado que “los perfumes falsificados son un fraude, contienen en su mayoría agua, hasta un 50%, y etanol industrial o de baja pureza como disolvente”. En algunos aparece dietilenglicol, sustancia tóxica cuyo uso está prohibido en cosméticos excepto en el caso de trazas, y también se detecta la posible presencia de otras sustancias prohibidas. Una pequeña presencia de algunos componentes aromáticos básicos como el geraniol o el citrol enmascaran la fórmula para engañar al consumidor. Los productos falsificados no tienen filtros UV, lo que puede dar lugar a fotodegradación y generar sustancias de riesgo para la salud que produzcan dermatitis, reacciones alérgicas, manchas en la piel, etc.

En conclusión, los perfumes falsificados tienen una composición muy distinta e incluyen disolventes industriales, componentes tóxicos o prohibidos, “algo grave en un producto que está durante horas en contacto con nuestra piel”, concluyó Díez.

La visión del consumidor

Mª Emilia Gómez, de CECU, advirtió durante su intervención que “al comprar falsificaciones se está renunciando a todos los derechos como consumidor. El producto carece de garantía en caso de defecto o no conformidad del mismo, dejando al consumidor indefenso ante cualquier incidencia y remarcando el hecho de que 'regalar falsificaciones, es regalar riesgo'”.

Gómez añadió que “más problemático es aún si un perfume falso produjera una reacción alérgica, ya que el médico no podrá conocer sus componentes a la hora de identificar qué es lo que ha generado el efecto adverso y tenerlo en cuenta al prescribir el tratamiento adecuado”.

La compra de productos falsos por internet está creciendo a un ritmo preocupante. El producto puede no llegar nunca o se puede recibir algo que no era lo esperado. Además, algunas webs que venden productos falsos utilizan la venta para capturar y almacenar los datos personales y económicos del comprador o infectar su ordenador con virus.

Por otra parte, señaló que los productores de falsificaciones, al encontrarse al margen de la ley, incumplen las normas internacionales sobre condiciones sociales, laborales y de derechos humanos, apuntando además que “los trabajadores se encuentran en la mayoría de los casos en situaciones de explotación, incluso de esclavitud”.

Las mafias detrás de las falsificaciones

Mónica Dopico, Inspectora Jefe de la Unidad de Delitos de la Propiedad Intelectual e Industrial de la Policía Nacional, explicó la evolución que a lo largo de su experiencia ha tenido lugar en los países de procedencia de las falsificaciones. Si hace años lo más habitual era que las mismas se fabricaran en países lejanos, en la actualidad han proliferado los laboratorios clandestinos en Europa e incluso en España.

Asimismo señaló que detrás de la falsificaciones de productos se encuentra el crimen organizado, delitos desde blanqueo de dinero a tráfico de armas y drogas, trata de personas y menores que, en algunos casos, llega a la esclavitud.

Perjuicios a la sociedad y a la economía

La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), a través del Observatorio Europeo de las Vulneraciones de los Derechos de Propiedad Intelectual, viene publicando estudios sobre el impacto de las falsificaciones y piratería en distintos sectores desde el año 2015. Estos estudios han puesto de relieve que la falsificación es un fenómeno que afecta en distinta medida a sectores muy diversos: desde ropa, bolsos o joyas, hasta medicinas, bebidas alcohólicas, móviles o cosméticos.

El sector de la cosmética y los perfumes es el segundo de mayor impacto en España, con pérdidas de 933 millones de euros, según estudios de la Euipo

Carolina Arias, desde el Observatorio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE, apuntó que, según los estudios de la EUIPO -que presentan datos comparables entre sectores y para todos los países de la UE-, el sector de la cosmética y los perfumes en España es el segundo de mayor impacto porcentual sobre las ventas (16%) después de los bolsos, casi el doble de la media europea (8,9%), lo que se traduce en pérdidas de 933 millones de euros y 8.200 empleos para el sector.

Más de 350.000 perfumes y cosméticos incautados

Según datos de la Agencia Tributaria, en 2017 fueron intervenidos 3.100.000 productos falsos, de los cuales se incautaron más de 350.000 perfumes y cosméticos. El Ministerio de Industria ha expresado su preocupación no sólo por el daño ocasionado a la economía y al empleo, sino además por los riesgos para la salud de una práctica tan sorprendentemente extendida en nuestro país. Combatir las falsificaciones se ha convertido en una prioridad y se están llevando a cabo numerosas medidas en diferentes frentes.

La OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas) es un Organismo Autónomo que depende del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, muy involucrado en todas las acciones que el mismo está impulsando para la defensa y promoción de los derechos de propiedad industrial, y en concreto para luchar contra la falsificación, tanto en el ámbito nacional como de las Comunidades Autónomas y municipales.

Águeda Fole Sanz, de la OEPM, comentó algunas de las acciones más recientes encaminadas a este fin, tales como la Constitución de la Mesa de Intrusismo el día 4 de diciembre, para la coordinación de los sectores público y privado para prevenir y eliminar los efectos de la venta ilegal de productos falsificados sobre el sector del comercio minorista; la Convocatoria de la Comisión Intersectorial para actuar contra las actividades vulneradoras de los derechos de propiedad industrial el 10 de diciembre, que contempla un Plan de Actuaciones a través de Grupos de Trabajo; y la aprobación muy próxima de un Real Decreto que modifica la Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas, con medidas específicas para aduanas. Además, ha indicado que “la formación y las campañas de sensibilización son cometidos que no deja de hacer la OEPM desde hace años”.

El fraude digital y las nuevas tecnologías para combatirlo

Laura Urquizu, CEO de Red Points, compañía experta en detección del fraude digital, centró su intervención en la detección del fraude en el medio digital, apuntando que “el problema de las falsificaciones de perfumes en on-line se multiplica al mismo ritmo que lo hace el comercio electrónico. Los falsificadores aprovechan la viralidad de internet y actúan suplantando la reputación de las marcas, su tráfico e incluso las ventas de las marcas legales”.

Más concretamente, apuntó que en perfumería y cosmética, el 50% de las falsificaciones se concentran en redes sociales, asegurando que “en el mundo digital, el acceso al producto falso es inmediato y global, a un solo clic”.

Asimismo, Urquizu destacó que “lo que empezó siendo un problema para las grandes marcas, actualmente se expande y afecta cada vez más a otras de menor volumen y, especialmente, a marcas nicho o nuevas marcas emergentes. Los problemas pueden abarcar desde productos falsos a uso indebido de la marca o ventas no autorizadas por comerciantes”.

Por otro lado, recordó a los asistentes que “el 50% de los usuarios no quieren comprar productos falsos, pero se encuentran con que lo que reciben está falsificado, con las consecuencias no solo para la salud y la pérdida económica sino también para la reputación de la marca. Pese a que las marcas cumplen con todos sus requisitos de propiedad intelectual la lucha contra la falsificación se hace tremendamente complicada”.

Y añadió que “los sitios ilegales siguen patrones similares a los virus en internet y manualmente sería casi imposible rastrearlos, pero afortunadamente la tecnología avanza también para la detección del fraude. Existen tecnologías capaces de escanear y monitorizar de forma semi automática y asistida el amplísimo medio digital con las que se ha conseguido alcanzar una eficacia muy alta”.

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