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Al hacer la compra, seis de cada diez españoles no sólo llevan el dinero o la tarjeta para pagar en la tienda, sino además una tarjeta u otro distintivo para obtener beneficios cada vez que pasan por caja. Son las tarjetas de fidelización, y hay que decirlo en plural, porque lo habitual es llevar consigo más de una según el informe “Fidelidad en la compra” elaborado por Nielsen.
Y es que un 35% afirma estar dado de alta en entre dos y cinco programas de fidelización, mientras que un 9% lo está en más de seis. Estas cifras se entienden precisamente porque los españoles no tienen un único lugar donde hacer la compra. Así, según el último informe Nielsen 360, lo habitual es visitar una media de tres establecimientos al mes para llenar nuestra despensa y nevera.
A la hora de darse de alta en un programa de fidelización, los consumidores valoran especialmente el beneficio económico. En concreto, casi seis de cada diez ven con buenos ojos los descuentos en los productos, mientras que un 44% valora poder conseguir artículos gratis por formar parte de estos programas. Es más, esta clase de beneficios para la economía doméstica es lo que motiva a prácticamente un 70% a darse de alta.
Sin embargo, la ventaja económica en forma de descuento o gratuidad para los clientes no tiene necesariamente que traducirse en un menor ticket de venta. Y es que un 57% afirma comprar más y más veces en distribuidores que ofrecen la posibilidad de oficializar el vínculo “comercial”.
De hecho, esta unión consumidor-tienda permite mayor recurrencia de compra en ese distribuidor en particular, ya que más de seis de cada diez así están dispuestos. Es más, algo tan simple como una tarjeta de plástico puede ser un buen refuerzo para esa relación, ya que más de la mitad de los españoles considera que es un elemento importante en su vinculación con la cadena.